27-11-2025

Todo el que me conozca, o se haya leído el análisis de Assassin’s Creed Shadows, sabrá que cualquier juego basado en Japón es un candidato ideal a ser jugado por un servidor.

Esto incluye tanto juegos de nicho, como la saga Akiba’s Trip, como a juegos dirigidos a un público más global como el que tenemos entre manos ahora.

Ghost of Yotei es la secuela del aclamado Ghost of Tsushima, que salió en el ya lejano 2020 para PlayStation 4 aunque luego tuvo una nueva revisión con añadidos para PlayStation 5.

La verdad es que esta nueva entrega, en lo que ya es una saga, es muy continuista en muchos elementos presentes en Tsushima, como los enfrentamientos, las madrigueras de zorros o corretear por santuarios para conseguir nuevas habilidades.

Pero también tiene muchas novedades, tanto en planteamiento jugable como en mecánicas, como la de viajar a los recuerdos de Atsu en diferentes lugares del mapa, una idea bastante interesante que me habría gustado que hubieran explorado más porque ayuda a empatizar aún más con la protagonista.

Atsu, nuestra protagonista, comienza la historia desde un momento trágico y traumático a partes iguales. Y es que siendo muy pequeña ve morir a su madre, padre y hermano mellizo, es decir, toda su familia, a manos de una banda que pretende hacerse con el control de la isla de Ezo, la isla más septentrional de Japón y que hoy en día conocemos como Hokkaido. Una isla en la que convivían, y aún lo hacen aunque a menor escala, personas de etnia japonesa, que el juego identifica muy acertadamente como colonos dada la coyuntura histórica, y los ainu, la etnia autóctona propiamente de la isla que los japoneses se encargaron de diezmar en tiempos posteriores… pero eso es otra historia.

Tal arranque siembra en la pequeña Atsu la semilla de la venganza y basará toda su vida en hacer que caiga la banda conocida como los 6 de Yotei. Aunque a su vuelta, ya siendo adulta, las cosas han cambiado y su empresa será más grande y relevante de lo que pensó en un primer momento.

Hablemos del juego

Pero vayamos por partes. A nivel técnico el juego es impresionante. El ciclo de día y noche, la meteorología y cómo impactan los cambios en los escenarios es simplemente mágico. Hay imágenes propias de una postal, si bien es cierto que he echado en falta más construcciones. Cierto es, si nos ponemos rigurosos, que la isla no estaba especialmente colonizada y construida en la fecha en la que transcurre la historia. Pero lo cierto es que corretear por un mapeado inmenso con tan pocas edificaciones hace que pueda hacerse repetitivo ver tanto campo, por muy bonitas que sean las estampas que nos ofrece, pero esto ya va en cuestión de gustos. A mí me habría gustado ver más variedad de terrenos. Que sí que hay algún castillo, alguna aldea pero la mayor parte del tiempo irás campo a través.

A nivel sonoro tampoco tiene ninguna pega. El juego cuenta con unas composiciones que ponen la piel de gallina y que se reproducen en los momentos más épicos de la, todo sea dicho, cinematográfica y espectacular historia que nos relatan. Espectacular no por la historia que se nos cuenta, que puede pecar a veces de predecible, sino por cómo está contada.

A nivel jugable es una delicia controlar a Atsu, además teniendo en cuenta las diferentes armas con las que cuenta y que se deben usar con los enemigos adecuados, lo que le da un toque de estrategia a los combates más allá de aporrear botones. El cambio de arma es muy dinámico y no entorpece los combates para nada haciendo que sean muy divertidos. Moverte en caballo, lanzar flechas, subir montañas… Atsu es capaz de hacer la mayoría de cosas casi sin despeinarse. Eso sí, también permite el viaje rápido entre lugares visitados. Yo os recomiendo no dejar rincón sin visitar a pie porque si vais siguiendo la historia es muy posible que os perdáis los mejores escenarios y momentos que ofrece la aventura.

Cierto es que si bien Ghost of Tushima limitaba mucho moverse por el mapeado si no se avanzaba por la historia, aquí hay bastante más libertad. Es cierto que hay zonas que no están disponibles desde el primer momento, pero hay un buen trecho que visitar a poco que desarrolles la historia. Una cosa que no me ha terminado de convencer y que he echado mucho de menos de Tsushima son los relatos de los personajes secundarios. Aquí los personajes secundarios principales, porque sí que hay muchos secundarios casi sin peso ni efecto en la protagonista, tardan en llegar y salvando un par de casos, la mayoría son bastante irrelevantes. En Tsushima se iban desarrollando varios vínculos con personajes secundarios avanzando en sus relatos que se iban enlazando en los diferentes capítulos del juego desembocando todo en el mismo punto.

Entiendo que la motivación de suprimir que aquí fueran tan relevantes es para hacer patente la soledad de la protagonista, pero me habría gustado ver más interacciones o, por ejemplo, desarrollar y darle más protagonismo a la etnia ainu que es muy interesante y, aunque tiene cierto protagonismo en algún momento, lo cierto es que a pesar de que les están invadiendo y decidiendo su futuro otros por ellos, parecen pasar totalmente del tema.

A cambio, Ghost of Yotei, presenta los relatos del cuentacuentos. Un personaje que ofrece historias misteriosas presentadas a modo de canción con pinturas en tinta china y donde el juego rompe un poco su propia lógica para darle frescura a la jugabilidad y a la historia. Yo os recomiendo no perdéroslas. ¡Ni tampoco los relatos de aquellos personajes que os obsequian con nuevas armas! Revisad bien el mapa para no dejaros algunas por detrás porque con cada capítulo de esos relatos, vuestras armas mejoran.

Y ahora vamos con el veredicto!!